sábado, 31 de marzo de 2012

VÍA CRÍTICA / Encuentros cercanos del Tercer Grado

Miguel Ángel Gómez Polanco

Estoy consciente de que probablemente el caso que expondré no sea de su completo agrado o credibilidad. Sin embargo, considero importante que se tomen en cuenta las repercusiones que pueda tener en la población cuya limitante, irónicamente, es el conocimiento –más no la inteligencia, aclaro-.
            Primeramente, pongo en la mesa al programa Tercer Grado, transmitido por Televisa todos los miércoles, cuya conducción o moderación corre a cargo de Leopoldo Gómez, quien encausa las intervenciones de populares comunicadores como Adela Micha, Denisse Maerker, Joaquín López-Dóriga, Carlos Loret de Mola, Víctor Trujillo y Ciro Gómez Leyva.
            Esta emisión, de la cual se podría hablar mucho respecto al impacto que tiene en la audiencia, por ver a “los más importantes periodistas de México” interactuar, vale la pena ser analizado desde cómo puede influir esta aseveración en época electoral. ¿Estamos? Muy bien, sigamos.
            Decía don Emilio Azcárraga Milmo: “Yo hago televisión para jodidos, porque México es un país de jodidos” y qué razón tenía. Aunque seguramente sabía del potencial que su empresa obtendría, quizás no imaginó lo cautivo que tendría al pueblo mexicano, al grado de representar un factor del que se derivan muchas de las decisiones más importantes que involucran al progreso de la nación.
            Por ejemplo, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en México existen poco más de 56 millones de pobres, utilizando criterios para calificar como “pobre”, entre otros, la falta de una educación digna. Ah, pero de los 112.3 millones de mexicanos que habitamos el país –hasta el 2010, cuando ocurrió el censo del INEGI- el 92.6 por ciento tiene al menos un televisor en su casa.
            No hay que ser muy perspicaz para concluir entonces que, además de jodidos, casi que “por naturaleza”, también impera una lastimosa alternativa educativa para aspirar ser un Homo Videns como el que define el autor italiano Giovanni Sartori, pero jodido.
            Por esta razón es que a veces me cuesta tanto entender la queja de una infinidad de usuarios en las Redes Sociales que se la pasan criticando a Televisa y Azteca por sus “contenidos manipuladores”. Al final, todos terminamos siendo parte de ese circo diseñado para respaldar datos como los que el mismo Coneval concluye en las figuras del Estado de México, Veracruz y Oaxaca: tres entidades con la concentración mayor de pobreza en el país en los últimos diez años, y en el caso de los dos primeros, los que poseen las mayores poblaciones electorales de la República, mientras que el tercero, con el mayor número de municipios y repartición distrital.
            ¿Vamos captando? Sé que sí. Retomando, pues, lo que significa Tercer Grado y el concepto popular que recae en él ¿sabía usted que tan sólo el programa en el que estuvo presente el presidente Felipe Calderón Hinojosa, generó una audiencia permanente (es decir, que lo vieron “completo”) de poco más de cuatro millones de mexicanos? ¿Cuántos de esos “pobres, pero con tele” lo habrán visto? Asimismo, se anunció que en ese mismo espacio contará con la presencia de los cuatro candidatos presidenciales, a quienes se les aplicará, dicen ellos, “la misma dinámica” que al mandatario nacional.
            Por lo anterior, es importante que como obligación ciudadana critiquemos, sí, pero que a su vez esto coadyuve para sopesar lo que significa la jodida educación que tiene por mayoría el país, basada en el consumo de productos televisivos que, manipulados o no, van dirigidos hacia el público más necesitado y dócil; ese que identifica como “líder de opinión” a quienes aparecen en los contenidos del duopolio que controla la comunicación en el país.
Luego entonces, una buena opción de aportación social sería que si en sus manos está poder compartir, departir y hasta convencer a esa gente de que razone mejor su voto y no se deje guiar únicamente por estas prácticas sesgadas que son elaboradas expresamente para controlar, lo haga. No por quejarse saldrán del aire, eso debe quedar claro.

SUI GENERIS
Recuerde: comienzan 90 días de carrera, batalla, espectáculo y, espero, de propuesta y sorpresas de esperanza. Están los viejos, los que están y los del cambio ¿cuál es la mejor opción? Usted lo decide. No son las encuestas, no somos los medios de comunicación; es usted, porque la batuta es su criterio y las boletas su orquesta.
En sus manos está el rumbo de país, no en las de ellos, nuestros empleados. ¿Le interesa participar? Ojalá que sí. Por todos, por México; infórmese, analice, exija y vote. Para que se pueda, hay que ser parte de ello. Comienza el verdadero show; comienza el proceso de una nueva oportunidad. Va de nuez la transición.




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viernes, 23 de marzo de 2012

VÍA CRÍTICA / Panecillos hostiles


Por Miguel Ángel Gómez Polanco

Hace poco recibí uno de los calificativos que más orgullo me han dado, debido al contexto que lo envuelve y, sobre todo, por conocer la filia política de quien decidió llamarme así.
            “No seas amarillista y conserva la objetividad que te caracteriza”, expresó un usuario en la cuenta de Facebook del que suscribe, descontento con una crítica que hice por los gastos que realiza la Secretaría de la Defensa Nacional para la compra de “pantimedias color champagne”, con un costo superior a los 200 mil pesos, que de acuerdo con la explicación de este mismo personaje, “son para las mujeres de las Fuerzas Armadas y con ellas combaten a la delincuencia organizada con muchos más webos (sic) que nosotros”.
Lo anterior, acepto honestamente, era de mi total desconocimiento. No obstante, le aclaré que mi cuestionamiento iba dirigido al alto precio que poseen estos aditamentos, según lo revela el propio sitio web de la citada dependencia federal.
            Posterior a ello, procedí comentando a esta persona, quien dice ser comunicólogo y estudiante de maestría, que el término “amarillismo” no cuadraba con el señalamiento que pretendía aplicarme, pues este modismo, derivado de una historieta nacida hacia finales del siglo XIX, denominada “The Yellow Kid”; ha mutado para convertirse en un estilo periodístico que se caracteriza por la cosificación de la sensibilidad y exposición de material regularmente ofensivo, ya sea fotográfico o literario.
            “Me parece que lo correcto sería que me dijeras sensacionalista”, le increpé a quien además es alguien identificado plena y abiertamente con Felipe Calderón Hinojosa, así como un férreo defensor de las decisiones que tome el Ejecutivo federal en busca del bien nacional, o por lo menos lo que éste piense que significa ello.
            Usted dirá ¿pero por qué le dio orgullo? La respuesta es simple: con esta acción instintiva, similar a la de un animal acorralado, comprobé una vez más la desesperación que vive el panismo y que se ha traducido en un desorden, que en específico la militancia de Veracruz, se ha encargado de evidenciar con formas tan poco ortodoxas como la de tildarme de “amarillista”, sin saber qué significa esto y defendiendo a capa y espada todo lo que se asocie con su partido, en un intento de redimir las pocas o muchas determinaciones que el presidente ha tomado durante su gestión y que, evidentemente, no tienen tan satisfechos a los mexicanos como para volver a votar por ellos.
            En este momento, los albiazules pasan por una de sus más severas crisis, caracterizada por el divisionismo, las fracturas ideológicas, los malos tratos, las descalificaciones y el desdén de los que andan, curiosamente, “entre azul y buenas noches”.
            Y es que es inevitable recordar el parecido con la época “chucha” del PRD; aquella de las “alianzas impúdicas”, para darnos cuenta que la derecha de nuestro país no se repondrá de este traspié ni con la visita de Benedicto XVI a un estado panista desde hace dos décadas, como lo es Guanajuato.
            Insisto: no es criticar por criticar; su realidad los ha rebasado y ahora pagan el precio de la ineficacia en la solución de conflictos, pues aunque se reconoce que la labor de Vicente Fox y Felipe Calderón ha tenido también sus aciertos (como puede ser la histórica inversión en infraestructura carretera y vías de comunicación en general) los desaciertos han tenido una repercusión muy fuerte, simbolizada principalmente en el tema de la inseguridad y el hartazgo subsecuente.
            Irónicamente Veracruz, uno de los estados bastiones en contiendas presidenciales, parece importarles poco a los panistas.
            Basta conocer el relajo en el que se ha convertido la selección de la fórmula para el Senado, en la que no obstante el fraude comprobado de Fernando Yunes Márquez – a la más pura escuela heredada de su padre, Miguel Ángel Yunez Linares-, el Comité Ejecutivo Nacional ordenó que éste ocupara el primer lugar, para quitar a Julen Rementería del Puerto de la segunda y “ofrecer” a Gloria Olivares tal posición.
            Pero sólo unas horas después, Olivares declinó, consciente de la pugna anti-yunista que existe en el partido y dadas sus conocidas inclinaciones diversificadas entre los grupos de la militancia. A su vez, fueron varias voces las que afirmaron que Julen, ante su retiro de la fórmula, ya “cabildeaba” (por no decir que también imponía) el retiro de Agustín Acosta Croda en la candidatura a la diputación por el Distrito XII, para quedarse “aunque sea” con esa aspiración de hueso. Finalmente se reintegrará en la búsqueda del Senado, pero el precedente ahí está.
También está la impugnación del degradado Alejandro Vázquez Cuevas, a quien muchos ya apodan “PRIpo” (no pregunte por qué), quien a través del Tribunal Federal Electoral defenderá la elección interna y “la llevará hasta las últimas consecuencias”, según él.
Y ya nada más para rematar, también asecha al PAN el escándalo de la candidata Xochitl Tress, así como los reiterativos errores de apreciación de Josefina Vázquez Mota y el descarado (pero al parecer, inútil) aprovechamiento del programa Oportunidades como arma electorera.  

SUI GENERIS
Las demostraciones ahí están ¿qué más le buscamos? El Partido Acción Nacional ha pasado de ser un grupo de aguerridos panistas, para convertirse en pequeños montones de panecillos hostiles que ya no saben cómo componer los errores de ayer. Una verdadera pena.



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viernes, 16 de marzo de 2012

VÍA CRÍTICA / "Caballo Blanco" ¿viejo y cansado?

Por Miguel Ángel Gómez Polanco

“El caballo viejo, ese aprovecha la mañana por si la tarde no llega”, versa aquella melodía que hiciera famosa el salsero panameño Rubén Blades, tan inevitablemente pegajosa como la analogía con el tema que hoy en día tiene envuelto a Veracruz en un juego de intereses que parece cansar por momentos, pero sin que muestre señales de un posible final definitivo: la mina Caballo Blanco impulsada por la empresa canadiense Goldgroup, cuya ubicación en la zona que comprende el municipio de Alto Lucero, dentro del cerro “La Cruz”, ha entrado en una fase de inciertos arrebatos que sugieren cualquier posibilidad de ser revivida.

            Y es que después de realizar foros, debates y encuentros para analizar la viabilidad del proyecto en el estado, las voces que se manifestaron en contra de éste parecen haber triunfado, por lo menos en lo que al gobierno estatal respecta, pues tras una serie de pruebas presentadas contra la minera sobre las afectaciones que traería el establecimiento de Caballo Blanco en Veracruz, más gente se unió a la causa e integraron diversos frentes que exigieron a Javier Duarte de Ochoa su cancelación.

No obstante los “adelantos” que había en el tema, como supuestas “donaciones” que la empresa canadiense había hecho al ayuntamiento de Alto Lucero por 300 mil pesos –que sabrá Dios dónde quedaron-, así como haber solicitado a la Universidad Veracruzana su intervención para el estudio de las condiciones topográficas y ambientales en general para su desarrollo, y la aparición de un supuesto video donde se aprecian elementos del Ejército supervisando las detonaciones que efectúan integrantes de la Minera Cardel; todo como parte del fundamento en la desconfianza que se generó en la población y los grupos ecologistas que han defendido de la explotación a la zona; la triangulación de los permisos y posturas de las instancias federales en el tema, conserva a la mina con un estatus incierto que debe ser interpretado con cuidado.

Por ejemplo, en la reciente inauguración del módulo de la Cruz Roja de Palma Sola, pocos días antes de que el “alcalde regañado” de Alto Lucero, Lucio Castillo Bravo, procediera a clausurar el área que comprende la mina; hubo detalles dignos de analizarse a través de una conducta no verbal de los presentes, así como de las expresiones de repudio respaldadas, ahora sí, por las administraciones municipal y estatal.

En aquel evento se pudieron observar personas que guardaban pancartas con consignas a favor de la mina y que hasta el arribo de Duarte de Ochoa decidieron mostrar. “Parecían acarreados”, comentaban varios integrantes de la prensa que se dieron cita en el lugar, aunque en esta ocasión no se trataba de gente que apoyara al mandatario, sino de quienes con el argumento de la creación de empleos, fueron llevados por parte de los intereses mineros como medida de presión.

Posteriormente, el munícipe Lucio Castillo Bravo tomaría la palabra. En su participación, el nerviosismo era claro. Tartamudeaba, no articulaba sus frases, temblaba, mientras Javier Duarte escuchaba sus torpes palabras con una cara diferente a la que lo distingue: estaba molesto, en desacuerdo; sin la sonrisa con la que siempre se hace presente en todo lugar y con toda la gente, mientras su esposa, la señora Karime Macías de Duarte, intentaba tranquilizarlo.

El alcalde concluiría pidiendo el apoyo a Duarte de Ochoa para la Cooperativa de Ganaderos de su municipio. Tenía que hacer algo para suavizar la efervescencia de los reclamos y la urgencia de empleo.

Era turno del cordobés. Muchos le gritaban pidiéndole trabajo, lo cual cambiaría cuando Duarte les mencionó la mina, pues de escucharse enérgicas voces, ahora lo hacían los intensos chiflidos.

Mientras esto sucedía, elementos operativos del mandatario se comunicaban por el famoso “chícharo”. “¿Ya lo sacamos?”, preguntaba uno de ellos. “Se cancela el recorrido”, aseveró el mismo individuo, refiriéndose a lo que haría el gobernador posterior al encuentro y que se haría palpable en minutos: Duarte de Ochoa culminaría su discurso y saldría rápidamente, sin más explicación.

            Desde luego, esto no fue bien visto por la mayoría, pues hubo quien no cesó en su intento de organizar a los que apoyaban el establecimiento de la mina, entre ellos, la hija de un conocido ganadero de la zona.

            Ahí acabaría todo. Lo siguiente era labor del alcalde clausurando la mina, aunque las instancias federales no hayan emitido postura alguna y Goldgroup desestime las declaraciones del gobierno veracruzano al respecto.



SUI GENERIS

Es incierto en qué acabará todo. La pugna por la mina sigue vigente, aunque existen factores que podrían influir fuertemente, sobre todo por la vinculación con el tema electoral.

            Uno de ellos podría ser la ejecución de Bernardo Vásquez Sánchez el pasado 15 de marzo. Él era miembro de la Coordinadora de Pueblos del Valle de Ocotlán de Morelos, Oaxaca, y activista contra las minas de la empresa Cuzcatlán en San José el Progreso, del mismo estado, quien en su momento se unió al reclamo por el no establecimiento de Caballo Blanco. Un duro golpe que podría colaborar para redimir a la administración estatal veracruzana en sus esfuerzos por detener por completo la mina.

            ¿Quién quedará mejor? ¿El gobierno veracruzano con la sociedad y el medio ambiente o el federal con la empresa canadiense? ¿Hasta dónde llega la pregonada hermandad entre estado y federación? Saque usted sus propias conclusiones.



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domingo, 11 de marzo de 2012

VÍA CRÍTICA / La insufrible realidad: Mikhele y Cía.

Por Miguel Ángel Gómez Polanco
Fiel a su costumbre, el periodista Edgar Hernández publica en su columna “Línea Caliente” lo que podría significar un duro golpe a la susceptibilidad de cientos, puede que miles, de personas.
            “Cuando Mikhele decidió irse “con sus cuates” de farra el fin de semana jamás imaginó la rebambaramba que armarían sus padres porque “nuestro hijo fue levantado por la delincuencia organizada”, según el doctor Pedro Jiménez, atribulado padre del hijo que ahora se sabe es un malviviente alcohólico”, cita el texto del periodista que tiene en su haber reciente la difusión de escándalos como aquellas listas de pesonas y medios de comunicación que reciben sus “chayotazos” por parte del ayuntamiento de Xalapa.
Pero que lo diga de esta forma, no es raro para Edgar Hernández; las conclusiones, son las que cuentan. En primer término, legítima o no la "verdad" mostrada por Hernández en su columna, no dista de las consecuencias que la desconfianza en las autoridades y el pánico colectivo han acarreado, a raíz de la intromisión del crimen organizado en la entidad.
Si Mikhele "se fue de parranda", es lamentable, pero lo es más que haya sido difícil para las autoridades dar con él y que en un intento de tranquilizar el ambiente, se minimicen los hechos. ¿Se imaginan con quienes de verdad son secuestrados? Tan sólo en el Distrito Federal, por citar un escueto ejemplo, mil 872 niñas entre los 10 y 17 años, han desaparecido entre el 1 de enero de 2011 y el 13 de febrero de este año. Es decir, problemas como la trata, el reclutamiento de la delincuencia organizada y las desapariciones forzadas, son una realidad, incluso investigada y señalada por organismos internacionales como la ONU.
En segunda, pero no menos importante: el  gobierno de Veracruz, específicamente, parece que  ha perdido la noción del límite entre omitir información para no desencadenar la histeria de los ciudadanos, y la que debe ser mostrada para lograr lo contrario, o sea, una mayor certidumbre.
No obstante, con un matiz de ironía se destaca que quien asesora a Javier Duarte de Ochoa haya optado por decirle a éste que en lugar de precisar lo que presuntamente sucedió con Mikhele y que Edgar Hernández describe en su columna; mejor se guiara por la sutileza, casi al estilo de Vicente Hernández con su “Escuela para padres”.
“Deben acercarse y tener mayor comunicación con sus hijos” y “No podemos ponerle un policía a cada joven” fueron las dos frases del mandatario veracruzano, para hacer referencia directa al caso del hijo del investigador Pedro Jiménez Lara.
Así pues, la sensatez del Ejecutivo del estado, es incuestionable. El problema es que de la sensatez a la interpretación, el abismo puede ser tan grande como la suspicacia que se refuerza por las versiones que dan a conocer personas como Edgar, ante la falta de certeza en la sociedad civil.
Ahí está el caso de Gemma Mávil para graficar lo anterior: desaparecida desde hace casi un año y con las pruebas de su padre, Pedro Mávil, quien ha seguido los procedimientos que dictan las instancias judiciales para realizar las investigaciones pertinentes. Sin embargo y tristemente, Gemma sigue desaparecida y con un eco menor en su caso, tanto a nivel gubernamental, como de la propia ciudadanía.
Lo idóneo tal vez hubiera sido que la postura del gobierno estatal fuera clara y oficial: autoridades, familiares y conocidos son conscientes de que el caso de Mikhele, fue una mala pasada del miedo; que de una farra, el descontrol evolucionó a la solidaridad que ha empujado (quizás por necesidad) la presencia del crimen organizado en Veracruz.
A todo esto le agregamos desafortunadas declaraciones como las del subprocurador de Justicia en la zona Xalapa, Antonio Lezama Moo, quien demeritó las desapariciones en Veracruz, asegurando que en la mayoría de los casos se dan “porque se van con los novios o las novias”.

SUI GENERIS
El cometido debe ser preciso: todo el país muere de miedo y por lo tanto imagina, crea y desestima las labores de las autoridades, de forma totalmente justificada. Urge revalorar los modos en que se dirigen mensajes a la ciudadanía, así como que sea ésta donde se promueva la mesura, prudencia y confianza en lo que se hace, independientemente de que lo que diga Edgar Hernández, un servidor o cualquier medio de comunicación, amigo o conocido; el vecino o, en el más surreal y enfermizo de los casos, lo que le diga el perro.
Algo es cierto: no todo es malo, pues en definitiva el tema de la seguridad en México se ha convertido en algo que depende mucho del cristal con el que se mira.





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*Si usted lleva gusto de fundamentar mejor este panfleto, le dejo el link de la columna en el que se basa, con autoría de Edgar Hernández:
http://serveracruz.com/columnas.asp?idcolumna=47

viernes, 9 de marzo de 2012

VÍA CRÍTICA / Los elector-domésticos

Por Miguel Ángel Gómez Polanco


Los que solucionan vidas, facilitan las cosas y cuando se descomponen, hacen sentir que una necesidad insatisfecha puede concluir en declive del momento vivido; los baratos, de los que más hay; las herramientas con las cuales todo parece más sencillo. Sí, amiga y amigo lector, esos son los elector-domésticos.

            Una especie como esta recurre normalmente a las modas y, sobre todo, a la cultura que distingue el entorno en el que se desenvuelven, para conseguir ser funcional y suele ser de clase media para abajo. Por ejemplo, si un candidato es “guapo” y se casa con una actriz, seguramente la televisión será el vehículo por el cual este personaje consiga hacer del elector-doméstico un utensilio que le favorezca en los comicios donde compita. El elector-doméstico sabe ser un buen elemento populista y rara vez indaga más; es conformista.

            El acceso a un elector-doméstico, generalmente es por la vía temática “on top” de cada país. ¿Quiere saber si usted es un elector-doméstico? Hagamos pues, un ejercicio con esta aseveración a través de un lacerante tópico que en México tiene una amplia repercusión, pero pocas garantías: los derechos humanos.

            ¿Recuerda la resolución de la  Suprema Corte de Justicia de la Nación, allá por julio del 2011? Aquella en la que la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (CoIDH) recomendó la restricción del fuero a las Fuerzas Armadas, para  ser juzgadas en tribunales civiles, en caso de incurrir en violaciones a los derechos humanos.

            Esta acción respondió a la condena que la CoIDH hizo a México en noviembre de 2009, en la que se pedía reformar el Artículo 57, relacionado al fuero de guerra cuando son denunciados delitos de desaparición forzada, luego del análisis que se realizó al caso del activista Rosendo Radilla Pacheco, en 1974, calificado como desaparecido de forma forzada en su natal Atoyac de Álvarez, Guerrero, durante aquella época de fuerte represión y agresiones a los derechos humanos denominada “Guerra Sucia”.

Como es de suponerse, ni con el referente de Radilla Pacheco ha sido posible que las disposiciones se cumplan. De hecho, recientemente el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas e Involuntarias de la ONU, dio a conocer en el informe entregado al Consejo de Derechos Humanos de la organización, que las desapariciones forzadas en México siguen siendo un tema complicado que no ha recibido la atención pertinente.

De igual forma, se hicieron observaciones sobre el Artículo 215 del Código Penal Federal, alusivo al abuso de autoridad.

No obstante, la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas Contra las Desapariciones Forzadas (CIPPDF) reconoció en su “Informe 2011 sobre las desapariciones forzadas en México”, que la tipificación de este delito contiene lagunas graves que comienzan precisamente desde que el artículo en cuestión (215) restringe la autoría del delito a “servidores públicos”, desatendiendo a aquellas terceras personas que con el apoyo, autorización de agentes del Estado cometen el delito, lo cual “presenta un obstáculo para asegurar la sanción de ‘todos los autores, cómplices y encubridores’ provenientes de ‘cualesquiera de los poderes u órganos del Estado’”, cita el documento.

En este sentido y a pesar de las observaciones en materia generalizada para el país; Veracruz forma parte de los estados que sí contemplan en sus legislaciones estatales a las desapariciones forzadas. Irónicamente, es nuestro estado el que para la misma ONU representa mayor peligrosidad para ejercer el activismo, periodismo y afines, así como ser uno de los estados donde el abuso de autoridad y la omisión se presentan con mayor frecuencia.



SUI GENERIS

¿Qué sabor le deja el contexto explicado? Seguramente el de la indignación, miedo e incertidumbre. Si es así, por lo menos puede celebrar que no pertenece a la élite de los elector-domésticos. ¿Por qué? Sencillo: usted es una persona preocupada por la situación del país, más no de las artimañas dignas del espectáculo más burdo, empleadas para distraer la atención respecto a estos trascendentales temas.

            Destaca además, que las desapariciones forzadas pueden ser fácilmente confundidas y/o incluidas en los casos relacionados con el crimen organizado, como las que han sido ventiladas últimamente en los casos de Mikhele Jiménez Velasco, Gemma Mávil y Mayté Martínez, de los cuales, uno fue resuelto por la pericia del secuestrado al escaparse de sus captores y, los otros dos, siguen sin resolverse. Al final, todo queda en impunidad, aunque pese más la galantería de Peña Nieto, el amor de Andrés Manuel o la candidez de Josefina.

            Por ello sugiero hacer caso al gobernador veracruzano, Javier Duarte de Ochoa: como padres de familia, deben comunicarse más con sus hijos… Sí, porque puede ser que sólo de esa manera se les haga entender que la seguridad en las calles depende más de ellos, que de las aptitudes de las autoridades para la prevención de las desapariciones o secuestros, pues como dice el subprocurador de Justicia en la zona Xalapa, Antonio Lezama Moo, “la mayoría desaparecen porque se van con el/la novia”.

Y es que sin importar las desatenciones que los organismos internacionales les han señalado, pareciera que el gobierno mexicano quisiera hacer del sufrimiento de la sociedad, un arma mediática y manipulada para crear un nuevo ejército de elector-domésticos que les cuesten poco, faciliten la obtención del triunfo y les solucionen la vida, a costa de la nuestra. Por eso, si usted conoce un elector-doméstico, no lo denuncie ante la Fepade; mejor oriéntelo y colabore con la urgida conciencia del país.

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viernes, 2 de marzo de 2012

VÍA CRÍTICA / El arte del reflector

Por Miguel Ángel Gómez Polanco

Una barbaridad -¿involuntaria?- es lo que sucede en estos momentos con la candidata a la presidencia por el PAN, Josefina Vázquez Mota. Sí, porque la realidad de los mexicanos en la actualidad, dista del impacto deseado tras las apariciones de esta cándida mujer, quien ha provocado un sinfín de reacciones, la mayoría malas, con las cuestionables acciones diseñadas por quien la asesora, es decir, el español Antonio Solá Reché.

Y es que comienza a ser grande el sentir de contradicción que invade a una buena parte de los mexicanos, luego de que Chepina protagonizara escenas muy lejanas de lo que, por lo menos por protocolo, corresponden a una aspirante por la silla mayor.

Por ejemplo, la aparición de la exdiputada federal en la cocina de una plaza de toros, fotografiada con los chefs encargados del lugar. ¿Qué hacía ahí? Quién sabe. Sin embargo, lo trascendental  radica en el repudio que una “fiesta” como la tauromaquia tiene en estos momentos en México, donde poco más de 100 organizaciones protectoras de animales han manifestado inconformidad y retiro de su ya de por sí parcial respaldo a la panista, al considerarla un disfraz de sus intereses.

Asimismo, está la ampliamente comentada ausencia de su hija Celia María en la portada de la revista Hola, supuestamente discriminada por la gordura de ésta; acontecimiento que marcó la susceptibilidad de los mexicanos y echó por tierra la idea de que una mujer podría promover un verdadero cambio, basada en su sensibilidad.

Esto último, vale la pena mencionar, también ha generado molestia en varios sectores identificados con el feminismo, pues dicho argumento resta importancia al esfuerzo emprendido por la equidad desde hace décadas y que la candidata panista insistió en utilizar, hasta hace pocas semanas, como estandarte en su andar.

Pero si lo anterior no le basta, ahí le va más: en un intento de “acercar” la imagen de Vázquez Mota a la ciudadanía, se eligió la "estrategia" de llevarla a un centro comercial, tomarle fotos y asegurar que, como todos, “ella también va al súper y compra su despensa”. Esto ha causado una controversia desfavorable para la candidata, debido en gran parte a los detalles que se han encontrado en las instantáneas, producto del perfil centinela promovido en los mexicanos a causa de la desconfianza, así como por el poderío y alcance de las redes sociales, donde se origina prácticamente todo lo aquí descrito.

La aparición de los mismos “extras” que en otros escenarios alrededor de Josefina en esta serie de fotos despertó las más severas críticas, cuestionando su veracidad y poca sinceridad en los sentimientos que supuestamente se querían transmitir, y desatando una vez más la reprobación de un amplio sector de la población.

Pero Chepina no es la única que ha protagonizado situaciones más dignas de un show televisivo, que de una elección últimamente. ¿Adivine quién más? Sí: Enrique Peña Nieto regresó a escena, esta vez con un documento filtrado al periódico Reforma que se titula “El candidato de las mujeres”, presuntamente elaborado por el coordinador de compromisos del copete más famoso de México, Gerardo Ruiz Esparza.

De acuerdo con el rotativo nacional, el panfleto tiene el objetivo de “recuperar” al electorado femenino identificado con Josefina; perseguidora más cercana del priista. Lo increíble es la estrategia que plantea para lograrlo: impulsar telenovelas con un nuevo modelo de convivencia, en horarios estelares… Sí, leyó usted bien: Enrique Peña Nieto, el esposo de la actriz Angélica Rivera y principal convenenciero de Televisa, piensa atacar el mercado que representa 50 por ciento del electorado a través del producto mayormente consumido por los mexicanos, de acuerdo con estudios diversos de comportamiento de audiencias.



Sui Generis

Como verá, la paralización de reformas de Peña Nieto, así como el falso aprovechamiento de Josefina Vázquez Mota de todas las herramientas que proporciona la Sedesol, desde que fue su titular, para crear una estructura populista nunca vista en el PAN, no ostentan como parte de las prioridades para la crítica nacional.

Ambos candidatos, sumados al non grato e indiferente “amor” de Andrés Manuel López Obrador, desarrollan una de las mejores cátedras del “arte del reflector”, en el que los temas de principal incidencia en el país no importan tanto como quien logre estar más tiempo en el ojo del huracán de los menos favorecidos, los clase medieros, intelectuales, la burguesía y todo aquel que habite en este país.

Pero ¿de quién es responsabilidad que este penoso teatro siga? ¿De sus respectivos estrategas, quienes se adaptan a las características de la población para influir en ella, o de la misma población que insiste en consumir estos bodrios electorales, espectaculares pero carentes de sustancia y propuesta? Ahí se la dejo, estimada y estimado lector.



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