*¿Tú que sientes cuando oyes la palabra “cáncer”?
*Estar bien y ser indiferente, el verdadero cáncer de la sociedad
Miguel Ángel Gómez Polanco / Josafat Parada Ortega
XALAPA
“¿Por qué a mí?”, fue la pregunta de Nahima Said, cuando después de dedicar varias horas de su vida a la atención de personas enfermas de cáncer, a través del método Patch Adams; fue notificada de que también ella padecía del mismo mal. “¿Por qué si yo no le doy la espalda a la gente y vivo al margen del dolor?”, continuaba con profunda tristeza una mujer que se caracterizaba por su chispa y carisma, pero que de pronto, se vió sumida en un contradictorio sentimiento que por momentos la abatía.
Licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas, Nahima ve correr el tiempo, y comparte cómo ha ido asimilando la gravedad de su enfermedad; cómo de sentirse derrotada y sin esperanza, por lo que parecía una etapa terminal, esa que casi literalmente pulveriza tu ser; volvió la fuerza y el valor para seguir en la lucha por la vida. “En medio de mi vacío, vuelvo a preguntarme ¿por qué yo y no la gente mala, la que secuestra, la que roba, la que es indiferente al dolor de los demás?”, vuelve a cuestionar la joven. Asimismo, confiesa no entender el pensamiento de Dios y los hechos en que éste se representa. “Pero hoy tengo dos soportes que me animan: AHTECA, con su asistencia emocional, viviendo con muchos más que como yo, salen adelante de su lucha contra el cáncer, y por otra parte, estar consciente de que Dios ha puesto las cosas en orden y los que padecemos esto, estamos así por alguna razón”, opina una sensible Nahima.
Su comenzó en septiembre del año 2010, con fuertes dolores de estómago que confunde con colitis nerviosa. Posteriormente, la molestia se torna más incesante, por lo que decide acudir al médico para realizarse una revisión general. Después de visitar al galeno, la espera de los estudios y sus resultados se hacen eternas, hasta el día en que recibe la impactante noticia: un tumor de 15 centímetros ubicado en uno de sus ovarios, la ha colocado en la fase cancerígena más difícil de asimilar, cuando no se tiene idea de un padecimiento como tal, sin remedio o como los profesionales lo describen, donde “no hay mucho qué hacer”.
Por lo anterior, Nahima afirma que en Veracruz existe un lugar como el Centro Estatal de Cancerología (CECAN) en el que la plantilla de especialistas es altamente eficiente, pero que por desgracia no cuenta con el conocimiento de la población y en otros casos, el prejuicio sobre los costos que implica cualquier tratamiento contra el cáncer limita la asistencia a consulta, incluso con fines de prevención.
Sin embargo, Nahima asevera que “la forma en que vivir del cáncer de la mejor manera, es hacer el milagro de que Dios nazca en ti. Seguramente así, lo vivió el padre Martín del Campo”, en relación al fundador de la Asociación “Ayúdame Hermano Tengo Cáncer”, mejor conocida como AHTECA.
AHTECA es una Asociación Civil dedicada al apoyo de enfermos con cáncer de bajos recursos del Estado de Veracruz. Sus principales donantes son las empresas socialmente responsables, fundaciones, Gobierno Federal a través de proyectos como INDESOL Y SEDESOL, Gobierno Estatal y Municipal, eventos de recaudación, venta de artículos y donativos particulares.
En ese sentido, es importante destacar que AHTECA tiene como fines principales el sensibilizar a la sociedad sobre el padecimiento del cáncer y a su vez, representar un eje que incida en las políticas públicas del estado, logrando con ello la generación de una cultura de la prevención mejor sustentada, así como garantizar a los enfermos contar con los medicamentos y atención debida en su lucha contra la enfermedad.
En sus instalaciones, ubicadas en la calle Aguascalientes número 123 de la colonia Progreso, cuenta con un albergue en el que se brinda hospedaje y alimentación gratuita para el paciente y un acompañante. Ahí contará con medicamento oncológico, analgésicos y antibióticos, estudios de control y radioterapias, entre otros servicios, que colaboran con el tratamiento de quienes no cuentan con los recursos suficientes para ello.
En el albergue no existe distinción alguna. Podemos encontrar ancianos, adultos, jóvenes o niños como Imanol, quien tiene 10 años de edad y es originario de Gutiérrez Zamora, Veracruz. Su padre es campesino y tiene que abandonar periódicamente su tierra para acompañar a su hijo a las quimioterapias. Imanol es un ser humano que se distingue por su carisma, alegría y estupenda habilidad para las matemáticas, según cuenta su padre. “Si sobrevivo, me gustaría ser policía, pero de los buenos”, asegura Imanol, durante el encuentro con El Heraldo de Xalapa.
Por su parte Héctor, también con una década de vida apenas, padece leucemia y tiene una personalidad diferente a Imanol; más callado, pero con una decisión que lo hace sobresalir. A Imanol y Héctor los une su pasión por la escuela, por lo que el segundo afirma que “si Dios me presta vida, me gustaría ser soldado y estudiar Ingeniería Militar”.
De esta manera, el mensaje a la ciudadanía xalapeña y del estado es claro: el cáncer es una enfermedad que puede atacar a cualquiera, por lo que es importante contar con una cultura de la prevención fortalecida, algo que en Ahteca es la razón principal de su funcionamiento y por ello los donativos son de vital importancia. Si usted está interesado en cooperar con esta asociación, puede hacerlo por depósito bancario –mediante donación deducible- utilizando el formato que le proporcionarán en sus instalaciones, ubicadas en la calle Aguascalientes número 123. Para mayores informes, también puede comunicarse a los teléfonos (228) 840 79 44 y 840 73 22 o al correo electrónico ahteca@civilesver.org.mx. Su Facebook es “Ayúdame Hermano Tengo Cáncer”.
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