domingo, 13 de febrero de 2011

Articulista invitado. Elfred Lee: ¿Qué pasa en El Cairo?

Parte fundamental para la existencia de la democracia, es brindar espacios plurales donde las opiniones converjan a modo de presentarse como alternativas para la formación de nuestro criterio. Por esta razón, he decidido compartirles un texto de un muy buen amigo a quien respeto, admiro y quiero; el pintor Elfred Lee, quien expresa su punto de vista respecto a lo sucedido en Egipto, desde una perspectiva diferente a la nuestra, pues aunque se trata de un ser humano con profundo apego por nuestro país; la visión que contempla su origen y antecedentes, resulta valiosísima y digna de tomarse en cuenta.

Y hago hincapié en la importancia de estas palabras, pues Elfred Lee no es una persona que guste de opinar por grillería o con intenciones de increpar nuestro modus vivendi, así como a nuestras autoridades; ténganlo por seguro. A Elfred Lee lo respalda una destacada trayectoria y múltiples vivencias en varios de los principales e históricos conflictos que han marcado el rumbo de nuestro planeta. Por ello he decidido poner a su consideración este post; fuera de malinchismos y/o nacionalismos que enaltezcan nuestro infundado y característico orgullo; ese que entorpece nuestra percepción y nos aleja de una realidad palpable y correctible, pues la única intención de este texto es presentarles una opción informativa que los enriquezca, más no que los caliente.

Al final ya lo sabemos... cada quien tiene su última palabra.

Atte.
Miguel Ángel Gómez Polanco
____________________________________________


¿Qué pasa en El Cairo?


Por: Elfred Lee 

¡Buenas noticias desde El Cairo! ¡Celebremos la libertad! Aunque no todo haya terminado. Aún tienen que suceder cosas importantes y lecciones que aprender.
Una revuelta comenzó en El Cairo, Egipto, después de las oraciones del viernes el 28 de enero de 2011. Incitados por clérigos musulmanes en las mezquitas, la gente salió a la Plaza Tahrir (que significa “liberación”) cerca del Museo de Cairo, pidiendo que Hosni Mubarak, de 82 años de edad ¡dejara su puesto de presidente!

Antes de esto, Mubarak preparaba a su hijo para continuar la denominada “Última Dinastía del Último Faraón”, sin embargo esta acción se vería opacada después de treinta años en los que el dictador prometió elecciones fidedignas y abiertas, tanto a Estados Unidos como su gente, pues la población egipcia ya se encontraba harta del régimen. Pero Barak Obama no estaba preparado para Mubarak.
Blogs, Facebook y la Internet encabezaron la revuelta, provocando entonces que el gobierno cortara estos servicios. No obstante, las noticias siguieron difundiéndose a pesar de que los reporteros y camarógrafos eran golpeados y amedrentados. Esto fue resultado de que el gobierno quisiera controlar los medios de comunicación.

Los egipcios son gente maravillosa, ubicada en el centro ancestral de la cultura del Medio Oriente, con una formidable herencia y sus pirámides. Yo estudié e hice arqueología allá, con esas finas personas. Me recuerdan tanto a los mexicanos; su sangre fluye como el Nilo en las venas de “La Raza”.

Pero a diferencia de otros levantamientos como los acontecidos en la Plaza Roja, la Plaza Tian’anmen, Irán e Irak, donde los dictadores han usado los brazos armados para masacrar a su propia gente; este levantamiento empezó bastante tranquilo, con la respetada armada egipcia y los tanques al lado de la gente.

Desde que Egipto corrió a los soviéticos, después de la penosa derrota a manos de los israelitas en 1967; el país egipcio ha sido una gran fuerza para la estabilidad en un caótico Medio Oriente. Ellos tienen paz con Israel y ellos son quienes protegen el Canal de Suez, que aporta grandes beneficios a todas las economías del mundo. Sin embargo, en la actualidad la milicia de Egipto esta en gran parte sostenida por los Estados Unidos, con muchos de sus oficiales entrenados en aquel país. La mayoría de los egipcios son bien educados y con tendencias occidentales; quieren una democracia libre, abierta y secular.

Pero no todo ha estado bien. Mubarak, quien habría empezado a gobernar de buena forma, ha quitado sistemáticamente a toda la oposición y se rehúsa a tener elecciones fidedignas. En ese sentido, es importante mencionar que los Estados Unidos no ocultan su vergüenza e implicación con este “aliado” que no respeta los derechos humanos y que miente continuamente. Mubarak afirma que cualquier otra alternativa sería peor.

Por esta razón, podría considerarse que los Estados Unidos son relativamente jóvenes, ingenuos y frecuentemente engañados por dictadores sagaces que prometen reforma. “Mejor el diablo que conoces, que el que no conoces”, y “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”, son las frases donde recaen las principales excusas.

Con la renuncia de Mubarak, Egipto estará mejor por el momento. Pero no hay que confundirse, pues a largo plazo sigue estando vigente un gran peligro para la democracia. El principal problema en Egipto, es que hoy por hoy no existe oposición organizada que pueda postularse. Aquel país nunca ha sido verdaderamente democrático. Ahora la única y primera democracia árabe es Irak, con elecciones abiertas y moviéndose hacia la prosperidad. La gente en Medio Oriente ve eso y se están levantando para obtenerlo.

Pero hay una organización determinada a no dejar que eso suceda: La Hermandad Musulmana; una minoría organizada en Egipto detrás de la violencia que está lista para tomar ventaja del caos. Asimismo, están relacionados con la teocracia radical iraní, insurgentes iraquíes, el Hamas Palestino, Hezbalah, Osama Bin Laden, el Talibán, Al-Qaeda, y todos los movimientos anti-israelitas, anti-americanos y anti-democracia.

La Hermandad Musulmana quiere erigir un Califato de Ley Sharia en todo el mundo. De hecho, hemos sido testigos de lo que su extrema interpretación del Corán ha hecho en otros países: ellos fueron los que dinamitaron los monumentos budistas clásicos de 300 años en Afganistán. No dejan a las niñas ir a la escuela; mutilan y matan a mujeres por salir solas de casa, hablar con un hombre “erróneo” o no cubrirse apropiadamente. Ellos prohibieron los deportes. Cortan las manos a ladrones, decapitan a los que no estén de acuerdo con ellos y la lista sigue y sigue. Han declarado “Jihad” (Guerra Santa) en contra de nosotros –los Estados Unidos- ¡y lo quieren hacer en México! Los terroristas musulmanes consideran débiles y vulnerables a aquellos que no apoyan la democracia en Irak y Afganistán. Como el famoso refrán que dice: “La única cosa necesaria para que triunfe el mal, es que la gente buena no haga nada”.



Durante el siglo VIII, los Moros Musulmanes expandieron sus enseñanzas islámicas por todo el mediterráneo a punta de espada Scimitar. Gran aprendizaje, ciencia, arquitectura e ilustración, reemplazaron siglos de oscurantismo y persecución por la Iglesia. Fue entonces cuando surgió la corrupción de las “3 M’s”: machismo, mordida y mañana, la cual los debilitó hasta que fueron vencidos. Pareciera que las grandes civilizaciones raramente se recuperan de este “Virus Mediterráneo”.

Por ello es que, una vez que los gobernantes mediterráneos tienen el poder, no importa que tanto prometan elecciones libres, progreso y prosperidad; al final, nunca entregarán el poder. Bien dicen que “el poder corrompe; y el poder absoluto corrompe absolutamente”. Esta es la única razón del por qué los musulmanes designan un heredero o un amigo cercano como siguiente líder a quien puedan controlar. Las “elecciones” son compradas y pagadas con dinero robado a la gente o recibido de organizaciones al más puro estilo de la mafia.

Por todo lo anterior, es necesario tomar en cuenta que corrientes radicales como la Hermandad Musulmana, están esperando para tomar ventaja de esta corrupción. Ellos ven nuestra decadencia, pornografía, inmoralidad y pedofilia y nos quieren matar. Son expertos fijándose en el abuso del alcohol y las drogas; ven como actúan y visten nuestras mujeres. Están pendientes de las imágenes en las iglesias, que además son prohibidas por la Santa Biblia. Nunca pierden de vista nuestra apostasía de la Biblia y no nos tienen confianza. Ellos respetan a “la Gente del Libro” que obedece la Biblia, pero los que no lo hacen, son vistos como hipócritas y merecedores de la muerte, al igual que los ateos.

Por eso, debemos saber que nuestra debilidad les da fortaleza. Recordemos a Hitler, Stalin, Mao, Castro, Saddam Hussein, Hugo Chávez; dictadores que se alimentan de corrupción y que su único deseo es la dominación.

¡Reformarse o perder tu libertad! Los que no aprenden de la historia, están condenados a repetirla, entonces ¿qué es lo que estas aprendiendo hoy, de lo que está pasando en el Cairo?

No hay comentarios: