Al momento de escribir este panfleto, nos encontrábamos justo en el tercer día de nevadas en el imponente Cofre de Perote. En los reportes desde las faldas de este cuerpo montañoso, funcionarios de Protección Civil emitían las recomendaciones pertinentes para aquellos gustosos de la nieve que acuden ahí para divertirse.
Por otra parte, estaban los pobladores de localidades cercanas; aquellos para quienes el espectáculo natural se convierte en un martirio difícil de sopesar, irónicamente “cobijados” por el frío y a merced de la conciencia veracruzana, pues muchos de ellos, de escasos recursos, tienen que ver la manera de sobrevivir como Dios les dé a entender, mientras otros jugamos con la helada cellisca.
¿Qué curiosos son los contrastes, verdad? Comentaba mi muy querido amigo y realizador audiovisual, Rodrigo Rabadán, mientras observábamos las imágenes que describían el escenario anteriormente citado. Y vaya que tiene razón, pues cuando de extremos se trata, un país como el nuestro es la mejor referencia, en casi cualquier caso.
Lo mismo pasa con el tema político, su relación con la sociedad y el desarrollo. Por ejemplo: la reciente captura de Jaime René Jiménez Flores, exdirector de Deuda Pública de Entidades y Municipios; Jorge López Alarcón, exjefe del Departamento por Honorarios y la búsqueda de otros cinco más, involucrados en el endeudamiento con el que dejó la gestión del otrora líder nacional del PRI, Humberto Moreira, a Coahuila, después de su presunta participación en la entrega de créditos irregulares, y que a la postre significaron un granito más de arena para que esta entidad quedara como la más “endrogada” del país.
El contraste: Veracruz. ¿Cuántas detenciones de la corruptela "fiel" están pendientes, por los daños patrimoniales, morales y cuanto más se le ocurra, causados durante la administración de Herrera Beltrán y que ahora, en la de Javier Duarte de Ochoa, al no efectuarse, han permitido que varios sigan laborando y/o felices de la vida, debido a los compromisos e imposiciones que el gobernador cordobés no ha podido quitarse por completo de encima?
¿Quiere más? Pues ahí le va. Otro contrastante contexto fue lastimosa e involuntariamente expuesto por la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope).
Este organismo estima que el gasto individual por el día de San Valentín, será de 600 pesos, tan sólo en la capital de la república. Mientras, asentamientos tarahumaras del norte se ven en la penosa necesidad de esperar un momento en el que, distante de lo económico, tengan la oportunidad de palpar ese amor que tanto pregona el detallista, en la fecha a la que el mismísimo Bill Gates llamó “el día más oneroso de la historia”. De igual manera, la lista continúa y es tan larga como indignante.
Los contrastes están en todas partes. “Sucede hasta en las mejores familias” y dicho concepto es, por definición, algo que se relaciona fácilmente con otros como la discriminación, el clasismo, elitismo, la oligarquía, etcétera.
Por eso es inaceptable que en un intento por no “dañar” la imagen sensible, sutil y de perfecta ensoñación de Josefina Vázquez Mota, se decidió excluir a su propia hija Celia María en la portada de conocida revista de circulación internacional, simplemente porque es “gordita”. ¿Dónde quedó el ejemplo incluyente de Manuel Gómez Morin?
Algunos dicen que es porque Celia no estaba en México y no pudo viajar para la sesión; otros, que fue una estrategia en el discurso la panista... ¿se imaginan que la aspirante a la presidencia de un país “potencia” en casos de obesidad, salga con su hija “la llenita”? Pues no ¡¿cómo?!
Pero las consecuencias significan un error craso que repercute directamente en la herida y malversada percepción del mexicano, pues fácilmente se podría leer en esta accion un dejo discriminatorio muy grave, desde el seno familiar de la ahora candidata albiazul.
SUI GENERIS
Así que, sin importar que Celia sea tan “generosa y comprensiva” -como la aspirante panista la califica- y tengas al “mejor asesor del mundo” detrás de ti, como dicen que lo es Antonio Solá; si lo que querías era “no dañar” tu imagen, Josefina, permíteme decirte que hiciste todo lo contrario.
Te viste mal, muy mal, casi tanto como cuando te fuiste a meter a la cocina de una plaza de toros a saludar y posar con los chefs, sin pensar en la consecuencia que traería tu cándida sonrisa en un lugar como este, cuya existencia ha promovido la indignación que provoca una “fiesta” tan sanguinaria como la tauromaquia, y que en últimos tiempos, cuenta con una mayor fuerza en el país al que pretendes gobernar. ¡Aguas!
Twitter: @MA_GomezPolanco
Facebook: Miguel Ángel Gómez Polanco
Correo electrónico: magomezpolanco@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario